Por Paola Eguiarte. Corresponsal
Pachuca, 8 Mar. (Notimex).- Carmen Rincón Cruz aprendió que existían los derechos reproductivos de la manera más difícil: con su propio cuerpo. En 1988, cuando tenía 27 años, una negligencia médica provocó que su hija naciera muerta y la dejó estéril.
"Tenía 27 años y atendieron mal el parto, se muere mi hija por una mala atención médica y a los ocho días me tienen que quitar el útero y los ovarios", recuerda.
Este hecho marcó la vida de esta mujer y desde ese momento se dedicó a proteger los derechos y la vida de las personas de su mismo sexo, a pesar del rezago en la materia de las leyes mexicanas.
No obstante, Carmen adoptó dos niños por "la libre", es decir los cuidó sin ninguna garantía legal.
La primera hoy día ejerce la medicina, el segundo nació con una discapacidad mental. Se llama Emiliano, tiene 15 años y presenta Microcefalia, lo cual significa que el cráneo es más pequeño que el cerebro, lo que evita su desarrollo. La edad mental de Emiliano es de un niño de 6 años.
A 23 años de distancia, Carmen es reconocida a nivel mundial. En 1994 acudió a la Conferencia Internacional sobre Población y el Desarrollo celebrada en El Cairo, cumbre emblemática en derecho de mujeres.
Fue oradora representante de América Latina, participó junto con Hillary Clinton y otras personalidades.
Desde hace más de una década lidera un proyecto comunitario con mujeres de escasos recursos de Pachuca que tienen hijos con capacidades especiales, llamada una "Una casa para Emiliano". un concepto innovador que ya llamó la atención en Alemania.
"Tras compartir mi experiencia, el presidente mundial de ginecólogos me dirigió unas palabras y me pidió perdón en nombre de todos los ginecólogos del mundo. Tristemente yo aprendí lo que eran los derechos reproductivos a través de mi cuerpo", dice.
Su lucha tuvo un logro fundamental para los derechos reproductivos de las mujeres en Hidalgo:
el 25 de marzo de 2008 logró que el Congreso del estado aprobara una reforma al Código Penal Constitucional del Estado, con la cual se aumentaron las causales para hacer legal la interrupción del embarazo.
Entre estas destacan la de "exclusión social" de las mujeres; es decir, cuando por motivo del estado lactante una mujer sea discriminada por razones de moral o prejuicio en la sociedad.
"Hay avances, pero las mujeres de Hidalgo siguen indefensas, las leyes no las protegen; sigue prevaleciendo el machismo y la violencia, últimamente también se han registrado feminicidios en algunos municipios, la mujer de Hidalgo sigue sufriendo y eso tiene que parar", asevera.
De acuerdo con las últimas cifras de la Secretaría de Salud de Hidalgo, entre 2000 y 2005 se atendieron 22 mil 584 abortos incompletos, lo que significa una tasa del 10 por ciento, cuando la media nacional es del 6 por ciento.
Otras cifras, las preliminares del XIII Censo de Población y Vivienda 2010, revelan que en Hidalgo hay un millón 379 mil mujeres y un millón 286 mil hombres; es decir, más de la mitad de la población son mujeres (51.8 por ciento); lo anterior lleva a una relación de 93 hombres por cada 100 mujeres.
Luego de que en 1988 una mala atención médica matara a su bebé, Carmen buscó justicia. En un hecho inédito para la vida de Pachuca, la activista salió a las calles junto con 30 integrantes de su familia, incluyendo su abuelita, para exigirle al gobierno del estado que el caso fuera consignado a las autoridades.
"Fue la primera en Pachuca, donde estuve acompañada por todas las mujeres de mi familia, todas pedían justicia para mí. Marchamos del Reloj Monumental a Plaza Juárez (sede del gobierno), cerramos calles y tal hecho causó mucho ruido en los medios de comunicación", rememora.
El caso fue consignado ante las autoridades y el ginecólogo Jorge García Ávila fue acusado de la muerte del recién nacido. El proceso duró siete años. La sentencia fue de seis meses sin licencia para ejercer la profesión. Actualmente ya se jubiló pero ejerce de manera particular.
Sin embargo, para Carmen y su familia fue un triunfo. "Este fue el primer juicio en su tipo en todo el país, pero para mí lo más importante es que lo gané, hice valer mis derechos".
La resolución sembró el antecedente más importante para el estado en esta materia. A raíz de esto, surgió el "Grupo de Mujeres de Pachuca Cíhuatl (mujer)", cuya función es ayudar a otras mujeres que sufrían maltrato o injusticia de parte del personal médico, pareja o de los mismos familiares.
"Grupo de mujeres de Pachuca Cíhuatl" se funda en 1988 con mujeres de mi familia, desde mi abuelita, tías, primas y demás", presume.
Sin embargo, se enfrentan a más dificultades.
"Hemos trabajado en campaña, a nivel escuelas, en las calles, en medios de comunicación y algo que fuimos observando es que las mujeres debían tener más accesos a los servicios y más sujetas de derecho en materia de salud y nos damos cuenta de una limitante que es la violencia", dice.
A partir de entonces, Carmen y su grupo adoptan una estrategia internacional para combatir este nuevo mal social. "Traemos la vacuna contra la violencia intrafamiliar a Hidalgo desde Colombia. Desde hace diez años realizamos esta vacunación, es un trabajo lúdico con los niños de primaria" comenta.
Actualmente, Carmen y su grupo hacen acompañamiento con mujeres que sufren violencia, que les va restando calidad de vida e impide el cuidado de su salud.
Apenas ayer, lunes 7 de marzo estuvo en México para firmar un convenio con mujeres de otros 28 estados con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y para integrar el Observatorio Nacional de Muerte Materna.
Actualmente, Carmen y Grupo de mujeres de Pachuca Cihuatl trabajan con el Instituto Hidalguense de las Mujeres, con el DIF municipal y estatal, la Comisión Estatal de Derechos Humano, universitarias y con la organización Diamantes de Fuego, integrada por mujeres que trabajan en tema de SIDA.
Rincón Cruz es Químico Farmacobióloga, cuenta con una especialidad en salud pública, tiene una maestría en Población, además de un doctorado que recién curso en la Universidad Autónoma de Metropolitana (UAM) Xochimilco en Ciencias Sociales con especialidad en Género.