Escrito por Mercedes Hernández
19 de Agosto de 2009
Mercedes Hernández
Pasó casi una semana sin que nos dieran información veraz y confiable sobre su estado de salud. El 13 de junio mi tío, su papá, abordó a uno de los médicos y le exigió informes sobre el estado de salud de Karina, por lo que le informó que se encontraba en estado de coma. Lo anterior se debió a que en la operación del día 5 de junio le perforaron una vena, lo que ocasionó un derrame interno.
Afectada: Karina Valtierra Gómez Tagle
Edad: 32 años
Número de Seguro Social (IMSS): 280375010962F1977
Los hechos se resumen a lo siguiente:
Resulta ser que mi prima Karina comenzó a presentar dolencias fuertes en el área de los riñones, motivo por el cual se vio motivada a visitar la Clínica 15 de IMSS, que se encuentra en la Ciudad de Querétaro (pues ella radicaba allá desde agosto del año pasado) los días 12 y 19 de febrero. Fue atendida por el médico Jorge Márquez Pérez, Cirujano Urólogo.
En dicha clínica le diagnosticaron cálculos en ambos riñones, los cuales requerían de operación, pero debido a que en esa clínica no se contaba con la tecnología ni el equipo adecuado, fue canalizada al flamante Centro Médico Hospital Siglo XXI, de la Ciudad de México. Después de los estudios de rigor, le programaron una operación para el día 5 de junio del año en curso.
Llegó la fecha y el médico responsable de la operación fue Virgilio López Zamano. Después de la larga espera, a las 15:30 horas se dio el primer informe de que Karina había salido de la operación y que la conducirían a la sala de recuperación. Media hora después se informó que había sufrido un paro transitorio y que la iban a trasladar a terapia intensiva, dado la gravedad del asunto.
Pasaron dos días sin que se recibiera noticias del estado de salud de Karina. Para entonces todos sospechábamos que las cosas no estaban bien, y fue hasta la madrugada del 7 de junio que informaron que nuevamente sería intervenida quirúrgicamente, por presentar un derrame interno dentro del área de los riñones.
Sin embargo, fue hasta las 9:00 o 9:30 de la mañana cuando la ingresaron al quirófano para ser intervenida por el Jefe de Urología, Eduardo Serrano. El informe posterior a esta operación indicaba que el derrame interno fue causado porque en la operación del 5 de junio le perforaron una vena, situación por la que la mantendrían en observación en el área de terapia intensiva, ya que se encontraba sedada.
Pasó casi una semana sin que nos dieran información veraz y confiable sobre su estado de salud. El 13 de junio mi tío, su papá, abordó a uno de los médicos y le exigió informes sobre el estado de salud de Karina, por lo que le informó que se encontraba en estado de coma.
Lo anterior se debió a que en la operación del día 5 de junio le perforaron una vena, lo que ocasionó un derrame interno; los doctores no se percataron de inmediato y cuando le suministraban sangre no la retenía. Esto le ocasionó baja de potasio y falta de oxigeno al cerebro, provocándole un estado de coma.
De igual forma, comentó que el estado de salud de Karina era muy grave, que iba permanecer en coma y que si llegase a despertar, lo más seguro es que sería con secuelas muy graves e irreversibles, causadas por falta de oxigenación que a su vez provocó daño cerebral.
El 5 de agosto, es decir, dos meses después de que fue intervenida quirúrgicamente por primera vez –supuestamente por los mejores doctores de México y dentro de las mejores instalaciones médicas del país y de América Latina–, Karina ya no está en coma, está viva, despierta, respirando por ella misma, pero el daño cerebral causado por la negligencia médica la tiene en condiciones de lo que vulgarmente se denomina vida vegetativa.
Con base en todo lo que ha sucedido, consideramos que los hechos se presentaron de la siguiente manera:
Durante la intervención quirúrgica del 5 de junio hubo un exceso de anestesia, lo que le provocó un paro cardio-respiratorio; para evitar manchar la reputación de los doctores encargados de la operación, hicieron todo lo posible por reanimarla; sin embargo, suponemos que pasaron más de 10 minutos para que su corazón volviera a latir y su sistema respiratorio volviera a funcionar, lo que le provocó falta de oxigenación y daño cerebral.
Como verán, no sólo fue un error, sino que se trató de una cadena de errores por parte de los médicos: exceso de anestesia (lo que causó el paro cardio-respiratorio), rompimiento de la vena (lo que provocó el derrame interno), la falta de detección del derrame a tiempo (lo que provocó que fuera intervenida por segunda ocasión). ¿En que más se pueden equivocar?
Por todo lo anterior y a nombre de los hijos, familiares, amigos y conocidos de Karina Valtierra Gómez Tagle, denunciamos públicamente; exigimos que se haga justicia y se finquen responsabilidades en el caso, a los siguientes médicos: Virgilio López Zamano, Roberto M. Suárez Moreno y Mario o Marco Madrazo Navarro. Todos ellos son trabajadores del IMSS, del Hospital Centro Médico Siglo XXI.
Además, exigimos que se hagan valer todos y cada uno de los derechos de los pacientes que tanto alarde hacen en sus instalaciones y que hasta el momento no se han cumplido, entre los que están:
Información precisa, oportuna y veraz sobre el diagnóstico, pronóstico y tratamiento. Lo cual no sucedió desde que Karina salió de la primera operación. ¿Qué están ocultando?
Un expediente clínico completo y obtener un resumen médico por escrito si se necesita, lo cual hasta el momento, y a pesar de que se les ha solicitado, no lo han proporcionado.